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martes, 2 de octubre de 2012



Este es Venus actualmente, en el que se aprecian rastros de haber habido mucha agua y ahora desaparecida, seguramente porque, por la razón que fuese, modificó su movimiento de traslación alrededor del Sol y se acercó en su elipse mucho más a él, de lo que anteriormente estaba. Ahora por tanto recibe mucha más radiación y por ello mucho más calor del Sol. 





Este es Venus hace un tiempo, unos millones de años. Con la información que ahora tenemos de Venus, se supone que así era antes de estropearse y cambiar el rumbo de su elipse de traslación alrededor del Sol. El parecido con la Tierra es especialmente próximo.

¿Podría esto ser estimado como que la Tierra, en el tiempo, podría tener una metamorfosis parecida?

Por el aspecto de las marcas en su superficie, Venus ha debido tener grandes cantidades de agua, en forma de océanos, al menos en su superficie.

Venus en la actualidad es muy diferente de la Tierra. Ahora ya no tiene océanos y está rodeado por una espesa y densa atmósfera, compuesta principalmente de dióxido de carbono, con apenas algo de vapor de agua.

Las nubes que pueden apreciarse en su atmósfera, están compuestas de gotas de ácido sulfúrico. En la superficie, la presión atmosférica es 92 veces mayor que la presión en la Tierra a nivel del mar.

Venus es un planeta abrasador, con una temperatura en la superficie de unos 482° C (900° F).
Esta temperatura tan elevada es debida básicamente a un aplastante efecto invernadero, causado por la pesada atmósfera y el abundante dióxido de carbono.

La radiación solar atraviesa la atmósfera de Venus, para calentar la superficie del planeta. Pero el calor es reflejado de nuevo hacia el exterior, siendo atrapado por la densa atmósfera y no puede escapar hacia el exterior, al espacio. Esto hace que Venus sea más caliente aún que Mercurio, pese a que éste, esté bastante más cercano al Sol.

El día en Venus tiene una duración de 243 días terrestres y es más largo que todo un año de traslación alrededor del Sol, que dura 225 días también terrestres. Por lo tanto Venus emplea en dar una rotación alrededor sobre sí mismo, sólo un poquito más de tiempo que lo que tarda en su movimiento de traslación alrededor del Sol.

De una forma un tanto extraña, Venus rota sobre sí mismo del este al oeste. Es decir, para un observador que estuviera en la superficie de Venus, el Sol se levantaría por el oeste, para ponerse por el este. Este movimiento es el contrario de los demás planetas del Sistema Solar.

Si nos pusiéramos verticalmente sobre el Sol, elevándonos a una distancia suficiente de él para poder ver todos los planetas, podríamos ver que todos los planetas se mueven alrededor del Sol, con el mismo movimiento que las agujas de un reloj. El movimiento de los relojes, fue diseñado siguiendo el movimiento de los planetas alrededor del Sol. 

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