Translate

martes, 3 de julio de 2012



IRIS 2

Alfonso Sánchez Ortega

Conseguí desde hace un tiempo adquirir dos puntos de vista diferentes: el de lector y el de escritor. Hagamos un alto en este escrito para considerar que tanto ser lector, como escritor, se refiere a las actividades de leer y escribir, pero habiendo sido capaces tanto de leer como de escribir, textos abultados, lo que es evidente que exige un mayor esfuerzo que leer o escribir una nota para adherir a la puerta del frigorífico.
Esto, como todo, tiene ventajas e inconvenientes. Sé cual es el papel de cada uno, porque he practicado asiduamente las dos actividades. Pero me duele comprobar que las personas que tienen adquirido sólo medio lado, no ponen empeño al menos de comprender al otro. Al principio de mi vida aprendí muy bien, ya no sé cómo, que para poder entender bien las cosas que suceden a nuestro alrededor, debemos al menos, tratar de poner nuestros pies en los zapatos de los demás. Con el tiempo he ido acostumbrándome a tratar de que mi mente sea de ida y vuelta. Para ello, incluso en cualquier conversación, procuro pensar aquí, para después enviar mi mente allí, a formar un poco de pareja con la mente que tengo frente a mí. Para los que piensan que eso no está bien, pues no tengo nada que responderles, pero lo cierto es que a mí, me ha permitido comprender muchas situaciones, que con otras maneras más habituales, seguramente nunca habría comprendido. Pero esto también tiene sus ventajas e inconvenientes, porque en alguna forma puedes explicarte comportamientos, que de no ser así, nunca podrías comprender, lo que a veces... es casi mejor ni siquiera plantearte por qué algunas personas son como son, porque como lo hagas, menudas sorpresas pobres y negativas que te llevas. Porque realmente "tratar de poner nuestros pies en los zapatos de los demás" implica ESCUCHAR. Ahora ya sí que hemos debido de tocar hueso, porque lo de escuchar a los demás, parece que es algo que ya no se lleva y cada vez se practica menos. Y me da por pensar que esto de las modas (valor con mayor frecuencia dentro de un colectivo de datos) no tiene ninguna gracia.


NOTA: Lo realmente valioso es escribir exteriorizando lo que llevas dentro y no coger un libro de otro, copiar una frase y escribirla en un cuadrito de estos... eso no es auténtico. Es mucho más auténtico y sincero sencillamente escribir: " no se me ocurre nada que escribiros, pero que sepáis que me siento bien simplemente sabiendo que estáis ahí ".
Todo este párrafo es de mi cosecha propia de ahora mismo.
Alfonso Sánchez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor deja tu comentario bajo cada entrada de texto.
Me servirá para los siguientes escritos.
Muy agradecido por tu opinión.